Consejos para visitar el Museo Casa Kahlo (Casa Roja)
Estos son los consejos que sólo conocen los investigadores, los lugareños y la gente que lleva años recorriendo estas calles.
1. Pide a tu guía que te enseñe primero el mural
La mayoría de los visitantes pasan de largo el mural porque se integra en la sala. Si lo ves pronto, el resto del museo te impactará de otra manera. El mural tiene suaves tonos tierra y casi desaparece en el yeso, por lo que tus ojos lo pasan por alto después de haber visto habitaciones más luminosas. Verlo primero te ayuda a comprender lo cruda y experimental que era la joven Frida.
2. Compra agua en Coyoacán antes de entrar al museo
No se vende agua dentro de Casa Roja, y la calle residencial en la que se encuentra no tiene tiendas rápidas. Los lugareños siempre cogen agua en el pequeño Oxxo o en la zona del mercado cercana a la Plaza Hidalgo antes de dirigirse hacia Aguayo. Una vez dentro de la zona del museo, no encontrarás ningún vendedor sin retroceder de cinco a siete minutos.
3. Busca el pequeño cofre de madera en la sección de Cristina
Este baúl perteneció a Cristina Kahlo y contiene pequeños objetos que Frida le regaló a lo largo de los años. Muchos visitantes piensan que forma parte del mobiliario de la habitación y lo ignoran. Si te fijas bien, verás notas manuscritas y recuerdos en miniatura que muestran lo profunda y complicada que era realmente su hermandad. Es uno de los rincones más emotivos del museo.
4. Colócate cerca de las ventanas de la zona de Guillermo Kahlo
La luz natural de esta habitación es intencionada. La familia recreó el modo en que el estudio de Guillermo utilizaba la luz del sol para los retratos, lo que ayuda a comprender el modo en que Frida abordó más tarde sus autorretratos. Si te colocas en el mismo haz de luz, verás exactamente lo que Frida veía mientras observaba a su padre revelar fotografías.
5. Visita el museo antes que la Casa Azul para un arco emocional más suave
La Casa Azul es intensa y abrumadora. Si primero vas a Casa Roja, entras en Casa Azul conociendo ya las heridas de su infancia, la ternura de su familia y las primeras influencias que la formaron. Muchos visitantes e incluso lugareños dicen que la Casa Azul parece más personal cuando la Casa Roja es lo primero.
6. Durante el paseo en trajinera, siéntate en el lado izquierdo si te gusta la fotografía
El lado izquierdo mira hacia las chinampas y los reflejos de los árboles en el agua. El lado derecho tiende a sufrir más interrupciones de barco a barco. Si quieres tomas limpias con la menor perturbación y una iluminación suave, la izquierda es el mejor asiento. La mayoría de los guías no te lo dirán a menos que preguntes.
7. Haz una foto de las puertas, no de las habitaciones
Casa Roja es estricta con la fotografía en interiores. Pero tú puedes fotografiar marcos de puertas y ángulos de pasillos idénticos a cómo era la casa en las fotos antiguas de Guillermo. Estos ángulos arquitectónicos aportan en realidad más contexto histórico del que podría ofrecer un selfie. Los lugareños y los investigadores suelen fotografiarlas como puntos de referencia de cómo evolucionó la casa a lo largo de las generaciones.