Con tus entradas para el Museo Frida Kahlo, te adentrarás en su mundo, literalmente. Su estudio aún conserva su caballete, intacto. Su silla de ruedas mira hacia el lienzo, con la pintura seca pegada a la paleta. Verás su pierna ortopédica con la bota roja, sus corsés ortopédicos y la ropa que llevaba para recuperar su cuerpo y su identidad.